Amar al Señor.
Yahushua/Jesucristo nos dice que amemos a Yahweh/Jehová con todo
nuestro corazón, alma y mente.
En Mateo 22:37 “Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente.”
Muchas personas dicen que aman al Señor y no es así. Para la
mayoría de las personas de hoy es sólo un servicio de labios.
Aprender como amar al Señor es un proceso. Esto no pasa de la
noche a la mañana, esto pasa día a día. Y cuando te comprometes a ti
mismo a amar el Señor y a guardar el primer mandamiento, esto te
cambia, te transforma y te trae a ser uno con El.
Cuando amas al Señor esto comienza como una completa
transformación interna que se extiende hacia fuera. Amor trae paz,
gozo, y felicidad. Cuando el mundo te odia esto te rebota porque el
odio no puede residir donde está el amor. El amor sana. El amor
perdona. El amor es una energía que los demás pueden sentir. El amor
es luz y el amor es fortaleza.
Cuando amas al Señor puedes sobreponerte sobre las cosas de esta
tierra y residir con El a través del Espíritu diariamente.
Pídele a El que te enseñe como amarlo. Es una sorprendente
experiencia y si tu ya estás en el desierto con Él no pierdas esta
oportunidad. El Señor llama a aquellos quienes le buscan en el
desierto para estar con El. El lugar y tiempo donde El mismo te
enseña. Una vez que El te dirige y te guía hacia Sus verdades. ¿Es
un desierto físico? No. Tú puedes estar donde estás hoy y estar en el
desierto con el Señor. Este es un proceso de crecimiento espiritual
donde pones a un lado los dogmas de hombres y las cosas que has
aprendido y los dejas y buscas al Señor para que te enseñe El mismo.
El guiará tus pensamientos, el te dirigirá a las personas y lugares
para aprender, y aprenderás cómo escuchar Su voz y las otras formas
como El trabaja. Estar en el desierto es permitirle a El convertirse
en tu maestro y aprender quien es El y como El trabaja.
Algunas personas orientadas
a los dogmas y a las opiniones nunca entenderán el desierto, pero tú
aún puedes experimentar esta asombrosa realidad de pedirle a El que te
enseñe como amarlo a El.
El amor es un proceso de 3 pasos.
El primer paso, aprender como amarle con tu corazón, es
donde están la mayoría de las personas. Ellos le aman porque se
arrepintieron y se volvieron hacia El. El segundo paso es
aprender a amarlo con tu alma. Eso es amarlo a El con tus emociones y
aprender cómo expresárselo a El. Cuando aprendes a cómo expresárselo
a El tu podrás expresarlo hacia otros sin darte cuenta que lo estás
haciendo porque esto se convierte en lo que eres. Estar enamorado de
El se convierte en cada aire que respiras y exhalas sobre cada persona
alrededor de ti. El tercer paso es amarlo a El con tu mente.
La batalla de la mente es una lucha diaria. Pero cuando le amas a El
con tu corazón y tu alma, esto permea tu mente y hay menos y menos
lucha entre el bien y el mal o entre actuar en la carne y permanecer
en el Espíritu.
Las guerras son ganadas y perdidas en la mente. Todo lo que
percibimos, todo lo que nos golpea o afecta comienza con nuestra mente
primero. Si permanecemos en algo en nuestra mente esto entonces echa
raíces en el alma y el corazón. Pero si la raíz está ya fortalecida
en el amor del Señor lo que entra a la mente que no es de El no puede
permanecer, no hay lugar para esto cuando el corazón y el amar están
llenos de amor por El.
Ámalo a EL.
Cuando le amas a El sientes Su Espíritu. Esto es el por qué la
mayoría de las personas sienten como un bajón después que han estado
adorando y alabándole a El. Cuando le alabamos y adoramos Su
presencia está con nosotros. El nos llena con Su presencia. A las
personas les gusta lo que se siente en esos momentos. Pero después
cuando paran y se ponen a hacer otra cosa, ellos no sienten mas Su
presencia tan fuertemente como lo sentían cuando le estaban expresando
su amor a El. Esto no tiene que detenerse. Permanece en El. Piensa en
El. Cuando tu mente está en El sientes Su presencia tanto como cuando
le estas adorando y alabando.
Y si tú nunca estás en adoración y alabanza a El, entonces
comienza. El ama la adoración, esto le muestra tu corazón a El. El ya
lo conoce de todas formas, pero esto te eleva hacia El y sobretodo es
ahí cuando puedes escuchar su voz. Adórale, alábale, permanece en El,
y piensa acerca de El. Estos son los momentos cuando El más habla a
su pueblo, o te da revelación acerca de algo. Presta atención en tu
espíritu esperando por Su pequeña voz en esos momentos.
Aprende como amarlo.
Pídele que te enseñe cómo amarlo.