Enséñame Cómo Orar
Por
Sherry Shriner
Traducido por Raysa Cruz, República Dominicana
Jesús nos enseñó como orar en Mateo Capítulo 6:
Cuando oramos El desea un tiempo quieto y de tu a tú con nosotros. En los primeros días los Fariseos orarían alto en las esquinas de las calles justo donde las personas los vieran y vieran que tan píos eran. Esto era para espectáculo y reconocimiento. El desea que nosotros sencillamente vayamos a El sin pompa ni parloteo, reconocimiento o despliegue. Y la mayoría de nosotros hace como ellos. No obstante, la mayoría no tienen ni un pensamiento de oración hasta que caen dormidos y se arrastran dentro del país de los sueños a algún lugar en medio de éste. Entonces las personas se preguntan, “¿Por qué El no escucha mis oraciones”!? ¿Posiblemente esta se amortiguó entre los ronquidos? O quizás, para comenzar, ¿Estaba tu oración fuera de la línea de las Escrituras? De que todas las cosas ocurran dentro de Su voluntad o no, quizás la respuesta sea No. La gran razón de por qué las personas nunca obtienen los resultados con la oración es porque ellos están buscando cosas no a El. El nos dio un modelo de oración:
Las personas me preguntan, ¿Cómo tú oras? La mayoría de las personas no saben como orar y desean saber como los otros oran para ellos aprender. Las iglesias enseñan que cada pequeña cosa material que deseemos es sencillamente una forma de oración. Ellos enseñan la oración como una fuerza o poder dirigido hacia Dios lo cual lo forza entonces a responder. Un ‘Dilo y aprópiatelo.’ Pues bien, esa no es la forma como esto trabaja con El. No nos desea perdiendo nuestro tiempo con El divagando en las cosas que deseamos o necesitamos. El no desea nuestras listas de deseos. El desea nuestros corazones. Además ¿quienes somos nosotros para demandar algo de El? El es Dios, no nosotros. El ya nos dijo que no lo hiciésemos. Y aun ¿cuántos hacen de su único tiempo de oración un parloteo de lo que ellos desean o necesitan y nunca se mueven más de ahí? Ellos afirman que no, porque antes de todo ellos lanzan unas cuantas cosas mas para enmascarar, pero ellos solo se están engañando a si mismos y al Señor no se engaña. El es paciente, pero no se recrea cuando el foco principal de las oraciones se invierte en lo que alguien desea o necesita en cuanto a los asuntos de la tierra y de las cosas en ella. Si estuvieras en Su corazón estarías orando por Sus juicios en este malvado mundo y para que El efectúe la completa destrucción de éste por rechazarlo en vez de orar por un carro, casa, ganar la Loto o cualquier otra cosa que te haga fácil la vida en un mundo del cual El dijo que no fueras parte. “Están en el mundo pero no son del mundo”, ¿te suena? ¿No dijo El “no se hagan tesoros en la tierra?” la mayoría de las personas oran y buscan las cosas de esta tierra. Y las cosas que El desea que hagamos, “haceos tesoro en el cielo” la mayoría las ignora. Tuve que aprender esto por mi misma hace varios años. Estuve siempre orando erradamente en cuanto a cómo El desea que oremos. Así que le pedí a El que me enseñara a orar. El no me recitó Mateo 6. El no dijo nada. Pero noté que empecé a cambiar. Mi interés por las cosas de esta tierra ya no me importaba. Francamente comencé a perder interés en esta tierra. Y me encontré a mi misma pidiéndole más de El y no conseguía tener suficiente de El. Le rogué todo el tiempo por la misma cosa, y mas, y mas, y mas, de esto en particular. Y aún lo hago hasta este día. Persistencia. Le pido para ver con Sus ojos, escuchar con Sus oídos, y sentir como Su corazón. Y cuando pides este tipo de cosas El te lo da por medida. Un poco aquí, un poco allá. Este es el por qué siempre estoy buscando por más. Quiero todo de El, ser más como El. No le pido por cosas de este mundo. Le pido fortaleza, osadía, discernimiento para ver las cosas como El las ve, escuchar las cosas como El las escucha, y sentir las cosas como El las siente. Le pido la verdad en todas las cosas y para que me guarde del mal. Le pido que me hable, me revele cosas, que camine conmigo. Le alabo, le agradezco y le adoro. Tus oraciones le revelan tu corazón a El. ¿Eres de este mundo o eres de El? No invierto mucho tiempo orando acerca de mis enemigos o diciéndole que tan quebrantada estoy, o cuan miserable yo soy. El sabe que odio estar aquí. Si mis enemigos me están molestando le pido a El que se encargue de ellos y lo dejo hasta ahí. Quiero decir, ¿Qué es más poderoso que dejar a nuestros enemigos en Sus manos? ¿Qué piensas que tú puedes hacer comparado con lo que El puede y quiere hacer? Así que ¿Por qué no permanecer en aquello? ¿Para qué permanecer en los problemas de esta tierra cuando no hay nada que puedas hacer al respecto? Entrégaselos a El. El los quiere. Mientras menos me preocupo, El podrá ocuparse de cada cosa mía. No deseo perder mi tiempo en algo que El dijo que se ocuparía. No corras en círculos contigo mismo o alrededor de El. El sabe de lo que tenemos necesidad antes de que se lo pidamos. Y el no es sordo ni tardo en oír. Hay una diferencia entre ser persistente en cuanto a algo espiritual y en cuanto a algo material. El no dirá que no a una solicitud espiritual, pero si le estás molestando por una cosa material y no la has conseguido entonces detén ya las rabietas, ya sea la respuesta no o después. Las personas realmente pierden su fe o abandonan todo porque sus oraciones no son contestadas de la forma que ellos desean. Los profetas de la bestia que predican la prosperidad enseñan ‘dilo y clámalo’, y ellos enseñarán esto todo el camino al infierno sabiendo que esto te está haciendo miserable y haciéndote perder tu fe en Dios porque no estas obteniendo nada mas que ser succionado dentro de falsas doctrinas. Millones han sido engañados por ellos orando erradamente porque le creen a ellos en vez de buscar en las Escrituras por si mismos para saber como orar. Muchas personas realmente creen que para conseguir algo del Señor ellos deben dar dinero a esas bestias enmascaradas como pastores y evangelistas para financiar sus facilidades de entretenimiento multimillonarias que ellos llaman iglesias con sus fastuosos estilos de vida. Ora por las cosas que te hagan mas como el Altísimo. Búscalo a El y a Su Reino sobre todas las cosas. Ora por las cosas que necesitas para llenar tu llamado de parte de El, o para saber cual es tu llamado, o para hacer Su trabajo aquí en la tierra. Nuestra recompensa está el cielo, nuestra recompensa es el cielo. Pon tu mente en las cosas de arriba y ahí es donde estará tu corazón.
El orar no es una ciencia pero hay una forma correcta y una incorrecta de hacerlo. Ora con el corazón y busca las cosas de El. Aprende como hablarle, como lo haces con un amigo, pero reverenciándolo por Su soberanía. Y recuerda, cualquier relación es de dos vías. Esta quieto y está atento por su suave voz en tu espíritu mientras oras. El no hablará a tu cabeza, El habla a tu corazón. Así que espera Su voz en tu corazón y reprende todo lo que escuches en tu cabeza. Ámale. Eso es todo lo que El desea. Todo lo demás cae en su lugar después que haces esto. Pídele diariamente que camine contigo. Tú llegarás al punto que ni siquiera tendrás que pedírselo más porque habrás aprendido a reconocer que El ya está contigo. Pídele que te enseñe a orar. |